El cuerpo gobernante, mejor conocido como “el Esclavo fiel y Discreto”, ha reconocido en la revista de la Atalaya del 15 de julio de 1981, página 29, y en la Despertad del 22 de marzo de 1993, página 4, que ellos no son infalibles y que no están bajo inspiración divina, y que el Esclavo sólo examina los acontecimientos mundiales a fin de entender el cumplimienro progresivo de las profecias bíblicas. Debido a las limitaciones humanas, a veces puede haber un entendimiento incompleto o incorrecto de algún asunto que quizás requiera corrección más tarde.