Antecedentes
Uno de los dogmas de los mal llamados “Testigos de Jehová” tiene que ver con la supuesta vuelta de Cristo para establecer su Reino celestial en 1914 D.C. Sin duda este dogma es un pilar importante en la escatología Russelista, y digo importante porque si cae este dogma cae la credibilidad de la “organización de Jehová”.
Es bien sabido que a los “Testigos de Jehová” se les acabó el tiempo hace mucho, pues la generación que vio las señales1 ya desapareció. Hay que recordar que los Testigos se basan en una generación de 70 u 80 años como se registra en el Salmo 90:10 para hacer sus cómputos.
Cálculos de Russell
Al inicio de los cálculos efectuados por Russell para llegar al año de 1914 D.C se sustentaron en las muy famosas pirámides de Egipto y sus medidas. Después, aquellos cálculos cabalísticos fueron sustentados de la siguiente manera:
1.- En el capítulo cuatro del libro de Daniel Russell encontró que el relato del sueño del rey babilónico Nabuconodosor debía tener una interpretación de tipo profética de largo alcance.
2.- Según Daniel 4:16 la locura del rey Nabuconodosor debía durar “siete tiempos”, y cada “tiempo” debía significar un año judáico de 360 días, pensaba él. Luego con una simple operación matemática multiplicó 7 tiempos x 360= 2,520 días. Aplicando el principio (no para todos los casos) de un día por un año resultó en 2,520 años.
3.- Russell especula y halla la fecha del punto de partida de la supuesta profecía: La destrucción de la ciudad de Jerusalén por los Asirios (babilónicos) fue en 606 A.C. Ahora faltaba sólo una simple resta: 2,520-606= 1914 D.C Así nacía la famosa fecha de 1914 DC. Posteriormente, comprobando que el cómputo de los años estaba incompleto, pues le faltaba un año, optó por cambiar la fecha de partida para el año 607 AC. En sus publicaciones los TJ enseñan que desde el año 607 AC los 2,520 años se extienden hasta el otoño del año 1914 DC.
Crasos Errores de Tipo Exegético e Histórico
1.- El sueño del rey Nabuconodosor que se relata en Daniel 4 no es posible aplicarlo a los tiempos del fin de la historia del mundo como se aplica en el cap. 2 del mismo libro de Daniel. En este capítulo 2 de Daniel el profeta hizo la correcta interpretación, señalando claramente a la sucesión de los reinos, hasta llegar a Cristo, quien es “la piedra” que hiere a la imagen.
No obstante en la historia del cap. 4 el propio Danil nos dice en el verso 24: “Esta es la interpretación, oh rey, y la sentencia del Altísimo.” Y seguidamente, en los versos 25 y 26 declara que toda la interpretación se cumple en la demencia del rey.
Por eso, en este caso particular, los “siete tiempos” son sin lugar a dudas siete años literales, que se cumplieron en el rey y en su demencia, y por tanto, es anti exegético aplicarlos al fin del mundo proféticamente hablando.
Los eruditos antiguos y modernos, casi en su totalidad, otorgan a la palabra Iddan de Daniel 4:16, vertida como “tiempo” el sentido de año literal. Incluso la traducción de los LXX, tan mentada por los “Testigos”, traduce esa palabra precisamente como “siete años”. En consecuencia, son efectivamente siete años literales. Entre los muchos y más antiguos expositores que afirman esa posición interpretativa, están Josefa (Antigüedades, X, 10:6), Jerónimo, y los rabinos Rashi, Iben, Esdras, Jephet.
2.- La fecha que se supone da inicio a aquel periodo de siete años es inexacta. Es por tanto arbitrario y una fantasía empezarlo en 606 o 607 AC porque este periodo no tiene ninguna relación con la toma de Jerusalén por los babilonios. Cuando el rey Nabucodonosor tuvo aquel extraño sueño del árbol, hacía 30 años que Jerusalén había sido tomada por los Babilónicos. Por tanto, cualquier comienzo profético, basado en ese hecho, tendría que iniciarse necesariamente cuando comenzó la demencia del rey.
De acuerdo al consenso de los comentaristas, la confesión del rey reconociendo públicamente la soberanía de Dios ocurrió un año antes de su muerte (Ver Daniel 4:37). Los registros históricos colocan esa muerte al inicio del año 562 AC. Esto significa que el rey recuperó el juicio a comienzos del año 563 AC.
Por consiguiente, el inicio de la demencia del rey no pudo ser antes del año 571 AC. Esta fecha daría el comienzo de los “siete años”, y nunca en el 606 0 607AC2
3.- Decir que así como el rey de Babilonia quedó “siete tiempos” ausente y después regresó a su trono, también Cristo, al término de los “siete tiempos” proféticos volvió al trono en el año 1914 DC es una herejía y una blasfemia. ¿El motivo? Simple, porque el rey pagano jamás podría ser un justo símbolo de Jesús. Al contrario, pues según las escrituras, el rey de Babilonia es un símbolo de Satanás.3
Bibliografía
1. Las ‘señales” de la Primera Guerra Mundial de 1914-1918 DC, pestes, hambres.
2. Leer a Alan Clarke, “Clarke’s Commentary” Tomo IV, sobre Daniel 4:37
3. Ver Isaías 14:4 y 12 y Ezequiel 28:12
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