¡Por desobediente te castigo, hijo mío, para que seas un hombre de bien!
Esto dice la Watchtower en su revista La Atalaya del 1 de Marzo de 2014, página 4:
“En efecto, si somos obedientes, podemos llegar a ser sus hijos”.
¿Pero será cierto que sólo podrán llegar a ser hijos de Dios aquellos que hayan sido obedientes a Dios, sin fallarle nunca?¿Necesitamos ser obedientes para ser después considerados hijos de Dios? La Biblia contradice a la Watchtower de manera terminante. En Hebreos 12:6-8, leemos: “Porque el Señor al que ama, disciplina, Y azota a todo el que recibe por hijo. Si soportáis la disciplina, Dios os trata como a hijos; porque ¿qué hijo es aquel a quien el padre no disciplina? Pero si se os deja sin disciplina, de la cual todos han sido participantes, entonces sois bastardos, y no hijos” (Hebreos 12:7–8).. Pablo es claro: Dios disciplina o corrige a sus hijos, lo que quiere decir que Dios tendrá eventualmente hijos desobedientes que requerirán de corrección o disciplina para ser perfeccionados. Dios puede tener hijos desobedientes, a los cuales corrige por amor, a fin de que sean correctos y respetuosos a su autoridad como Padre. El no espera que seamos perfectos e impecables para recién adoptarnos como hijos. De hecho, ya somos hijos de Dios por la fe en Cristo, pero como todo bebé en Cristo necesitaremos de la disciplina o la corrección para que seamos hijos dignos de un Padre amoroso y santo.
Anuncios