Un testigo, en el diccionario, es definido como:
El que Ve, escucha, o sabe algo o de alguien por la percepción y presencia personal.
Esta definición encaja con la definición bíblica de un testigo en Hechos 10:38-41:
“cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él. Y nosotros somos testigos de todas las cosas que Jesús hizo en la tierra de Judea y en Jerusalén; a quien mataron colgándole en un madero. A éste levantó Dios al tercer día, e hizo que se manifestase; no a todo el pueblo, sino a los testigos que Dios había ordenado de antemano, a nosotros que comimos y bebimos con él después que resucitó de los muertos.”
La Biblia separa el oficio de los apóstoles de otros dones divinos como evangelistas, maestros, profetas, etc – como está registrado en el libro de Efesios 4:11-12.
“Y él mismo constituyó a unos, apóstoles; a otros, profetas; a otros, evangelistas; a otros, pastores y maestros, a fin de perfeccionar a los santos para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo”.
Aunque un profeta predica como lo hace un maestro, no pueden ambos ser clasificados como apóstoles, los cuales también predican la misma cosa que los dos primeros. Un apóstol debe ser un testigo ocular del ministerio del Señor Jesucristo.
“Es necesario, pues, que de estos hombres que han estado juntos con nosotros todo el tiempo que el Señor Jesús entraba y salía entre nosotros, comenzando desde el bautismo de Juan hasta el día en que de entre nosotros fue recibido arriba, uno sea hecho testigo con nosotros, de su resurrección”. (Hechos 1:21-22).
Lo que el apóstol Mateo ha escrito fue a la misma cosa que fue escrita por Lucas el evangelista; pero él no fue nunca llamado en la Biblia como un apóstol porque él no fue un testigo ocular para el ministerio del Señor Jesucristo, sino que sólo ha escuchado y ha sabido lo que sucedió durante el ministerio de Señor de los testigos oculares mismos.
(Lucas 1:1-3) “Puesto que ya muchos han tratado de poner en orden la historia de las cosas que entre nosotros han sido ciertísimas, tal como nos lo enseñaron los que desde el principio lo vieron con sus ojos, y fueron ministros de la palabra, me ha parecido también a mí, después de haber investigado con diligencia todas las cosas desde su origen, escribírtelas por orden, oh excelentísimo Teófilo”
Para que Lucas diga que él es un testigo sería un nombre inapropiado – pues estaría haciendo caso omiso de una verdad vital en la Biblia. ¡Éste es el mismo caso con los Testigos de Jehová!
Su pretensión o su enseñanza de que son testigos para Jehová no sólo constituye adjudicarse un nombre inapropiado, sino un engaño, una falacia o un bulo. Se llaman ellos mismos “testigos” porque creen que son testigos para la verdad de Jehová – su ‘Dios’. Aparentemente, ellos están usando versos que prueban que desconocen completamente lo que reclaman, es decir, de ser testigos de Jehová.
Los Testigos de Cristo
En el libro de Hechos 10:38-41 leemos:
“cómo Dios ungió con el Espíritu Santo y con poder a Jesús de Nazaret, y cómo éste anduvo haciendo bienes y sanando a todos los oprimidos por el diablo, porque Dios estaba con él. Y nosotros somos testigos de todas las cosas que Jesús hizo en la tierra de Judea y en Jerusalén; a quien mataron colgándole en un madero. A éste levantó Dios al tercer día, e hizo que se manifestase; no a todo el pueblo, sino a los testigos que Dios había ordenado de antemano, a nosotros que comimos y bebimos con él después que resucitó de los muertos”.
Es muy claro en los versos precedentes que los testigos escogidos por Dios y Jesucristo son los Apóstoles, para quiénes Dios reveló la persona de Su Hijo que comió y bebió con ellos después de que él fue resucitado de la tumba; Y el testimonio de los Apóstoles se extiende hasta la parte lejanas de la tierra.
Hechos 1:8
“pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra”.
Los Apóstoles son testigos capaces y verdaderos.
¿Por consiguiente, qué clase de testigos son los Testigos de Jehová?